viernes, 28 de diciembre de 2012

Quise...

Quise tantas cosas que ya no sé que quiero. Anhelé tantos sueños que se convirtieron en polvo...

La brisa del mar acariciaba mi cara haciendo que mi pelo bailase al viento. El mar moja mis pies descalzos y borraba mis huellas en la arena.
Cometas volaban sobre mi, mecidas por la brisa y los niños, bajo la guardia de sus padres ríen al hacerlas volar.
Sonreí.
Quise ser esa cometa que volaba alto, sin preocupaciones. Que solo necesitaba un soplo de aire para alejarse de todo y ser libre.
El agua volvió a tocar mis pies, despertándome de mi ensoñación. Seguí caminando por la arena húmeda y a cada paso que daba estaba más insegura de la felicidad de la cometa... ¿cómo iba a ser feliz si solo podía salir cuando el viento soplaba?, ¿cómo ser feliz si te manejan cual títere?. Entonces lo entendí: ni siquiera una
cometa que puede surcar el cielo es libre. Está atada a la realidad. Tampoco un pájaro es libre pues necesita posarse para descansar...
Mi sueño es volar, surcar el cielo cercano al mar y así, recoger el polvo en que mi sueño se convirtieron...

~Vuela todo lo alto que desees, pero recuerda que no se puede volar sin alas.~

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